Construir algo significativo en la vida es una odisea llena de retos y aprendizajes. Para aquellos que han emprendido este camino, cada obstáculo y cada sendero rocoso ofrece una oportunidad invaluable para crecer. En los últimos meses, he vivido esta experiencia de manera intensa. Con el trabajo acaparando la mayor parte de mi tiempo, he descubierto que nunca es tarde para crear y contribuir. A mis 45 años, estoy en pleno proceso de generación y ayuda, y aunque algunos podrían pensar que estoy perdiéndome de cosas, prefiero verlo como una postergación estratégica. Mi mente, más aguda que hace 20, 10 o incluso 5 años, es testimonio de este crecimiento.
Hace aproximadamente cinco años, atravesé uno de los periodos más oscuros de mi vida. La desesperanza y el desánimo se apoderaron de mí, llevándome a un lugar tan sombrío que sentí que no había salida. No le deseo esta experiencia a nadie. Sin embargo, fue en ese momento crítico cuando tomé decisiones que, aunque difíciles, me salvaron de tomar un camino sin retorno. Gracias a esas elecciones, hoy me encuentro aquí, más consciente y fortalecido.
La música, la escritura, el ejercicio (aunque hago menos de lo que debería) y algunas plantas han sido mis “medicinas” alternativas. Estas actividades me han proporcionado la paz y la claridad mental necesarias para superar los desafíos. Además, he asistido a terapia, un espacio que me ha permitido explorar y sanar heridas profundas, dándome herramientas para enfrentar la vida con una nueva perspectiva. No pretendo ser un ejemplo para nadie, pero si al compartir mi experiencia puedo ayudar a una sola persona, habrá valido la pena.
Los bajones anímicos son una realidad ineludible en la vida de muchos. A menudo, estos momentos oscuros parecen insuperables, como nubes negras que se ciernen sobre nosotros sin dar tregua. Durante esos tiempos difíciles, es crucial encontrar formas de mantenernos a flote. Para mí, eso significó aferrarme a actividades que me brindaran paz y claridad mental.
Recientemente, mi madre expresó cierta preocupación por mi bienestar. Mi respuesta fue clara y desde el corazón: “Te agradezco la preocupación, pero confía en la educación que me diste como una persona proactiva, autosuficiente e inteligente”. Esa confianza en mí mismo, alimentada por el amor y los valores inculcados por mis padres, y respaldada por mi familia y amigos más cercanos, ha sido fundamental en mi proceso de crecimiento personal.
El crecimiento personal es un viaje continuo, lleno de retos y aprendizajes. Cada experiencia, buena o mala, contribuye a nuestra madurez y nos prepara para enfrentar el futuro con mayor fortaleza. He aprendido que la madurez no se mide por la edad, sino por la capacidad de adaptarnos, aprender y mejorar constantemente.
A mis 45 años, me siento más maduro y equilibrado que nunca. He aprendido a priorizar mi bienestar emocional y mental, entendiendo que sólo así puedo ser verdaderamente productivo y feliz. Este proceso de autoconocimiento y evolución personal me ha enseñado a ser más compasivo conmigo mismo y con los demás, y a valorar las pequeñas victorias del día a día.
Construir algo valioso en la vida nunca es fácil, pero cada paso del camino nos nutre de conocimiento y experiencias. Hoy, estoy más consciente de mí mismo y de mis capacidades que nunca. Si alguna vez te has sentido perdido, espero que encuentres consuelo en saber que no estás solo. Todos estamos en este viaje juntos, y cada uno de nosotros tiene la capacidad de evolucionar y crecer.
Me encantaría saber tus pensamientos y experiencias. ¿Has pasado por un momento de transformación similar? ¿Qué te ha ayudado a seguir adelante? Comparte tus comentarios abajo y no olvides compartir esta nota con alguien que podría necesitarla. Juntos, podemos construir un camino más luminoso para todos.
1 comentario
Me hiciste reflexionar las veces que me he sentido sin ganas de seguir adelante, con ganas de tirar la toalla, pero el pensar que SERÍA de mi sin esos momentos dificiles, agradeZco cada experiencia vivida, buena y mala, hacen que el día de hoy me sienta feliz con lo poco o mucho que he logrado, queda seguir adelante y aprender de las vivencias que nos da la vida. Un fuerte abrazo, me da gusto el que cuides de ti